martes, 24 de marzo de 2020

Economía y contaminación

Niveles de dióxido de nitrógeno sobre Europa en enero (izq.) y en marzo (der.)

Dentro de los impactos positivos que deja la rápida expansión del novel coronavirus (2019-nCoV) a nivel mundial, podemos destacar al drástico descenso de la contaminación del aire debido a una suspensión casi total de la actividad humana. No hubo más remedio que quedarse en casa para evitar que el virus se siga propagando y eso se ve reflejado en los gráficos que muestran la evolución en la producción del dióxido de nitrógeno (NO₂). Actividad económica y deterioro ambiental están fuertemente vinculados, vínculo evidenciado en las fotos satelitales de la NASA y la ESA.

Es conveniente realizar una distinción entre NO₂ y CO₂. Ambos son gases producidos de forma natural pero que experimentaron un aumento exagerado debido a la actividad humana, llegando a suponer un peligro para la calidad ambiental. El CO₂ es reconocido por ser uno de los principales gases de efecto invernadero, responsables del aumento de la temperatura. El NO₂, aunque está también ligado a los combustibles fósiles, es, en cambio, un gas contaminante. En concentraciones elevadas es responsable de la irritación en pulmones y en ojos, pueden dificultar el desarrollo pulmonar de los niños y fomenta la aparición de enfermedades pulmonares, como la bronquitis aguda. El grupo de riesgo está compuesto por gente asmática o alérgica, niños y mujeres embarazadas.

Descenso estrepitoso de los niveles de dióxido de nitrógeno en el norte de China luego de la cuarentena.
Lo que muestran las imágenes satelitales es el descenso de la producción de este gas, el NO₂, consecuencia de la falta de actividad, lo que implica una mejora momentánea de la calidad del aire y una sustancial ayuda para las medidas sanitarias que se están tomando, puesto que un aire limpio disminuye la susceptibilidad a las infecciones pulmonares.

Aunque la aparición de este virus parece tener una relación con la cría y manipulación de animales salvajes, un aire limpio evitaría que estas enfermedades se sigan propagando de la manera que lo hacen. No deja de llamar la atención que justo los dos sectores con mayores concentraciones de NO₂, el norte de China y el norte de Italia, hayan sido los que registraron mayor cantidad de víctimas.

Las principales fuentes de energía que mueven la economía siguen siendo las fósiles, altamente contaminantes.

Otros factores influyen en la generación y propagación de estas enfermedades, por supuesto, la contaminación no es lo único. Pero no es descabellado pensar que con un aire más limpio, con menos contaminantes debido al uso de combustibles fósiles, hubiéramos tenido que lamentar una cantidad de muertes mucho menor.

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REFERENCIAS

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