martes, 16 de junio de 2020

Las Chullpas

El sitio arqueológico de Tama Chullpa (Culli Culli), próximo a Lahuachaca, 140 Km al sur de La Paz.

Caminar entre los chullpares es como caminar sobre la superficie de otro planeta. Esta visita la hicimos en agosto de 2019, con Pacha y Laurent. “Chullpa” es una palabra aymara que no tiene una traducción exacta al castellano pero se acepta el término “torre funeraria” para referirse a estas construcciones donde los clanes del altiplano daban cobijo a los jefes fallecidos. Según la cosmovisión andina, el mundo tiene una división tripartita: el cielo, la tierra y el mundo subterráneo o Manqhapacha, dominio de la oscuridad y adonde iban los que dejaban el Akapacha o “tierra de acá”, donde existen la luz y los colores, para continuar con su viaje. Una chullpa es, de algún modo, una puerta al otro mundo.

Las chullpas gigantes cerca de Cóndor Amaya, 150 Km al sudoeste de La Paz, próximas a la frontera con Perú.

Estas torres de medidas variables se encuentran esparcidas por todo el altiplano en Chile, Perú y Bolivia. Nosotros visitamos el complejo ubicado en Culli Culli, próximo a Lahuachaca, y el que se encuentra entre Cóndor Amaya y Huayllani, famoso por las torres hechas con tierra rojiza. Estas estructuras de cuello proyectado suelen tener planta rectangular (los lados más cortos superan los 2 m de largo), muros anchos (más de 70 cm en su base) y una entrada ojival que rara vez supera el 1,50 m de alto, ubicada en el medio del lado más largo del rectángulo, o sea que el ingreso se ubica perpendicular al eje mayor. Según consta en el trabajo de Risto Kesseli y Martti Pärssinen, la tradición chullparia data de entre el año 1.000 y la llegada de los españoles. Justamente, las mediciones con el péndulo dieron una antigüedad aproximada de 500 años para las chullpas de Culli Culli.

Aunque han sido saqueadas y no tienen mantenimiento ya desde hace décadas, muchas chullpas aún se mantienen erguidas, evidenciando tan sólo erosiones superficiales y -sobre todo- en la parte inferior del muro, debido a las lluvias. Por supuesto que el clima seco del altiplano ha contribuido a que estas estructuras persistieran en el tiempo, pero al parecer cuentan con un componente desconocido. Según la conservadora greco-noruega Irene Delaveris, las chullpas han sido construidas con una mezcla de tierra, paja y un componente orgánico que aún no ha sido identificado y que, al parecer, ha prolongado su vida hasta nuestros tiempos a pesar de la desatención.

Unas chullpawawas acopiadas en Culli Culli (izq.) y disposición de las chullpas en un muro (der.).

¿Cómo se construyeron estas chullpas? El elemento constructivo base es la “chullpawawa”, una pieza en forma de “pan” hecha con paja cuyas fibras quedan unidas por una argamasa de tierra arcillosa. El largo es la dimensión predominante por sobre el ancho y el espesor en estas piezas. Las chullpawawas se iban colocando de forma horizontal, en hiladas, intercalando la dirección de las fibras entre cada una de ellas. Estas hiladas quedan evidenciadas en las líneas horizontales que se marcan en los muros expuestos a la intentemperie. La chullpawawa es el único elemento constructivo empleado para materializar estas estructuras. Los muros, al ser portantes, son gruesos en su base. Luego, para cerrar el techo se construye una bóveda con estas mismas chullpawawas, cosa que puede verificarse en el interior.

Corte natural de una chullpa donde llega a verse cómo se ensancha hacia arriba para formar una bóveda (izq.). En la parte superior de ese mismo muro, puede verse cómo se dispusieron las chullpawawas (der.).

Las chullpas eran sólo utilizadas por las familias de mayor jerarquía dentro de cada comunidad y es una costumbre que ha quedado interrumpida, posiblemente, debido a la llegada de los españoles, cosa que supuso un cambio en la estructura social de las comunidades y, por lo tanto, el abandono gradual de esta tradición. En la actualidad sólo algunas de estas chullpas tiene restos humanos. Algunas, incluso, tienen restos plásticos de los ocasionales visitantes que buscan estar a solas, a resguardo de miradas curiosas o, quien sabe, si intentan comunicarse con algún ancestro, buscar consejo o sentir nostalgia, a su modo, por el mundo de sus abuelos.

Hicimos un video de 5' donde ampliamos las explicaciones y podés verlo acá.

También podés ver este video hecho por el Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia.