martes, 17 de agosto de 2021

Pruebas de campo en Laplacette

Esta es una experiencia de extracción de una muestra de suelo, de la realización de pruebas de campo con esa muestra y de la separación de la arcilla contenida en la muestra para su posterior horneado.

Carta de Suelos del INTA

En junio de 2021 se tomaron muestras de suelo en la zona rural de Laplacette (34º43’S, 61º10’O), ubicado entre Lincoln y Junín, en la provincia de Buenos Aires.  Si bien nos encontramos en la Subregión 8 de la “Pampa Arenosa Central” (según las Cartas de Suelos del INTA), en esta zona encontramos suelos francos, como los franco-limosos en los horizontes típicos superiores Ap y A (de 0-16 cm y de 16-30 cm de profundidad). Los suelos francos (en amarillo en el diagrama inferior) admiten entre un 8% y un 27% de arcilla en su contenido. Accediendo a los horizontes inferiores (más de 70 cm de profundidad), encontramos un perfil bien diferenciado con tonos anaranjados y con una importante compactación. Tomando muestras de esos estratos inferiores es que se hicieron los ensayos que se comentan a continuación.

Diagrama Ternario (izq.) y muestras del suelo extraído (der.)

Las pruebas de campo iniciales muestran un suelo con una importante presencia de arena, salvo que se acceda a estratos inferiores en bajos naturales. A la vista presenta un color rojizo y flóculos difíciles de deshacer con la presión de los dedos. Una vez humedecidas, estas muestras de suelo presentaban una interesante plasticidad por lo que se decidió separar la arcilla del resto de las partículas a través del triturado de los terrones e hidratando el suelo hasta saturarlo de líquido. A través de una agitación constante se favoreció la hidratación completa de la muestra y se la dejó reposar para que, a través de la decantación, las diferentes partículas se acomoden de acuerdo a su densidad. Luego de una semana de reposo, se obtuvo una estratificación de zonas claramente marcadas, gracias a lo cual pudo extraerse fácilmente la arcilla que ocupaba el estrato superior. La extracción de la arcilla se hizo luego de una avanzada evaporación del agua, cuando la arcilla estaba prácticamente seca.

La arcilla ya separada y seca.

La arcilla extraída mostraba un color pardo, mucho brillo y plasticidad. Se pudieron amasar formas que mantenían su cohesión y que no se quebraban ni se separaban. Con estas muestras de arcilla se moldearon unas pastillas de entre 35 y 50 mm de diámetro y 6 mm de espesor aproximadamente, a las que se les imprimió un sello en el anverso y a las que se les grabó el peso en el reverso. Estas pastillas se hornearon a 1100ºC. Las pastillas conservaron su color pardo luego del horneado, a excepción de una pieza que se tornó anaranjada por el agregado de arcilla gris, en la búsqueda de mejorar su plasticidad.

La arcilla fresca muestra brillo, plasticidad, cohesión y adherencia.

Una vez horneadas, las piezas pierden brillo y se vuelven opacas. Puede escucharse un ruido metálico al golpearlas entre sí o contra una superficie lisa. Al tacto son suaves y sólo la pieza más grande es la que presentó una pequeña fisura en el reverso, producto de la contracción por la cocción. Respecto a su relación con el agua, las piezas en estado crudo almacenaron alrededor del doble de humedad que las piezas cocidas. Como también estas piezas, ya cocidas, llevadas al límite de absorción de humedad, sólo acumularon alrededor del 10% de humedad.

Las pastillas de arcilla ya horneadas, convertidas en cerámica.

Con la cocción, la arcilla pierde su capacidad de absorber humedad y su reversibilidad. La porosidad de los cuerpos disminuye. Puesto que la temperatura de cocción estuvo por encima de los 1000ºC es que se considera que se estuvo próximo a lograr el sinterizado de las piezas. Un sinterizado es un fragmento denso de alta cocción. La temperatura de sinterización más alta posible para la arcilla es de 1400ºC. Las arcillas de mayor plasticidad muestran una menor porosidad a la misma temperatura de cocción que una arcilla de baja plasticidad. Una “arcilla” poco plástica tendrá un contenido alto de impurezas (gran cantidad de arena o limo) y dará como resultado piezas cocidas de baja resistencia. Serán piezas frágiles que se romperán con facilidad.

Conclusión: aún en suelos francos como este, obtenido en la “Pampa Arenosa Central”, es posible separar arcilla de calidad, con todas las características típicas de una arcilla: alta plasticidad, brillo, cohesión y adherencia como para lograr productos cerámicos estables y de baja porosidad.