martes, 9 de julio de 2019

Nueva secretaría

Construcción con tierra en el Valle de Calamuchita, Córdoba (junio 2019)
Argentina es, posiblemente, el país de la región más rezagado en todo lo relacionado a la construcción con tierra. No es que la situación sea especialmente favorable en los países vecinos, pero sí pueden encontrarse llamativas diferencias en todo lo referido a investigación académica, calidad arquitectónica, conservación patrimonial y marco normativo. Y es especialmente en este último punto en el que se viven los mayores desafíos.

Al día de la fecha, hay aprobadas poco más de una veintena de ordenanzas municipales que regulan la construcción con tierra en toda Argentina. También es cierto que en las provincias de clima seco, cercanas a la cordillera, la tierra como material de construcción no se ha desprestigiado cómo sí sucedió en el resto del país, donde el proceso de legalización es lento. Aunque la construcción con tierra crece con fuerza impulsada originalmente desde sectores más o menos informales, lo hace amparada por excepciones legales o en ámbitos rurales o semi-rurales, donde no suelen haber restricciones ni regulaciones fuertes. Con la irrupción de la tierra como material de construcción válido dentro del ámbito profesional es que aparece la necesidad de legalizar este sistema constructivo en expansión, resurgido luego de un siglo y medio de somnolencia en nuestro país.

La arquitectura de tierra florece, desde hace poco, en ámbitos suburbanos y es aquí donde se cruzan la intervención profesional y la regulación pública. Para sorpresa de muchos, construir con tierra cruda encuentra fuertes resistencias dentro del ámbito oficial. Pero es en esta etapa en la que la participación profesional concentra grandes esfuerzos en el asesoramiento técnico allí donde hay desconocimiento y prejuicios. Como parte de este crecimiento de la arquitectura de tierra es que en mayo de 2018 se aprueba la primera ordenanza que regula la construcción con tierra en un municipio cordobés. La aprobación de la ordenanza en Villa del Dique  (ord. n° 892/2018) permite que se reanuden construcciones congeladas por la burocracia en municipios aledaños.

En el proceso de conformación de esta ordenanza se fueron dando varias reuniones entre los distintos actores sociales intervinientes: profesionales, legisladores y ciudadanos interesados en los beneficios y ventajas de la tierra cruda. Es fundamental la asistencia y el asesoramiento técnico de los profesionales a lo largo de todo este proceso, en este caso, de los profesionales de la Regional 3 del Colegio de Arquitectos de Córdoba. Por eso, tan destacable como la aprobación de la ordenanza de Villa del Dique, es que desde el 20 de junio de 2019 la Secretaría de Construcción Sostenible tiene su espacio dentro del Colegio.
La nueva Secretaría de Construcción Sostenible (izq.), aprobación de la ordenanza para Villa del Dique (arriba der.), láminas expuestas el día de la inauguración de la SCS (abajo der.)
Para la inauguración de este espacio se congregó a los profesionales de la región quienes siguen informándose acerca de cómo conducir su actividad a través de los caminos de la sostenibilidad, premisa a la que se están apegando paulatinamente todos los Estados nacionales que ratificaron tanto el Acuerdo de París como la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que la comprenden. Es dentro de estos objetivos que puede incluirse a la arquitectura de tierra como una de las herramientas para su cumplimiento.

Contar con un espacio físico propio dentro de una institución colegiada no es algo menor. Se trata de un reconocimiento a la labor realizada a lo largo de años de formación, difusión y asesoramiento. Es la señal del crecimiento del interés por la sostenibilidad y de la profesionalización de la arquitectura de tierra.