domingo, 10 de marzo de 2019

Fujimori de tierra

Museo del Azulejo, en Tajimi, Japón
Terunobu Fujimori construyó su primer encargo a los 45 años, edad hasta la cual se venía desempeñando como profesor de historia de la arquitectura. Desde entonces, sus diseños son siempre sorprendentes. Como tiene por amigos a los arquitectos más afamados de Japón, quiso distinguirse de ellos materializando construcciones como su "casa de té demasiado alta" o su "bote de barro flotante". Fujimori gusta de los acabados rústicos y de los materiales naturales como la tierra cruda porque "todo vuelve a la tierra", dice.

Entonces, para el Museo del Azulejo en Kasahara, Tajimi, un pueblo con tradición en la fabricación de productos cerámicos para la construcción, Fujimori tuvo la idea de darle la apariencia de una cantera de arcilla y de revestir todo el frente con tierra cruda. Unos trozos de cerámica rota (que recuerdan al trencadís) marcan una cuadrícula en todo el frente de reducidas aberturas. El interior acomoda más de 10.000 objetos relacionados con la historia de Kasahara, el pueblo con la producción más grande de azulejos de todo Japón.