lunes, 18 de julio de 2016

Prueba de tapia

En diciembre de 2013 se realizó una experiencia de tapial en Quilmes, provincia de Buenos Aires. Se utilizó un encofrado con placas de multilaminado fenólico de 100x70 cm. Se cerraron ambos extremos con placas de madera de 30x70 cm. Se realizó una tongada inicial con arena y cal mezcladas para evitar el contacto directo con el suelo.

Encofrado armado (izq.) y prueba de decantación (der.)
La tierra utilizada proviene de los movimientos de suelos realizados en las obras para extender el Metrobus en la Av. 9 de Julio de la ciudad de Buenos Aires. La prueba de decantación dio una tierra muy heterogénea, con gran contenido de arena y de materia orgánica y con una proporción ideal de arcilla. Se agregó, además, una arena gruesa que traía algunas partículas de materia orgánica. Ambos materiales habían sido traídos al lugar por un vecino con el objeto de rellenar la calle de tierra que comparten y no representaron costo alguno.

Arena utilizada (izq.) y la mezcla tamizada y humedecida lista para su uso (der.)
El primer día se llenó 1/3 del molde con 5 carretillas de la siguiente proporción: 12 baldes de tierra, 4 de arena y 3 de cal. Todos los componentes fueron tamizados con una malla de 5,15 mm, mezclados y humedecidos antes de ser volcados al encofrado para el apisonado. Se utilizaron unos pisones realizados con bloques de madera de eucalipto y mango de pino. Para controlar y distribuir con mayor uniformidad la cantidad de agua en la mezcla, se utilizó un rociador a presión de jardín (de los que suelen utilizarse para fumigar).

Apisonado (izq.) y apertura del encofrado (der.)
Al segundo día se eligió incluir un revoque calicostrado y cambiar las proporciones de la tierra a apisonar. Esto quedó evidenciado en un cambio en el color del resultado final. El calicostrado se realizó mezclando 1 parte de cal y 5 de arena. Los 2/3 restantes del molde se rellenaron con 6 carretillas de la siguiente proporción: 20 baldes de tierra, 5 de arena y 4 de cal. Nuevamente, todos los componentes se tamizaron, se mezclaron y se humedecieron previos al apisonado.

Tapial aún fresco evidenciando la diferencia de tonalidad entre tongadas.
El bloque de tierra apisonada resultante muestra unas partículas blancas en la parte baja. Se debe a que se utilizó una cal que había sido almacenada y que recibió mucha humedad. En la parte superior son menos evidentes porque se mejoró el cernido. Se notan, en cambio, algunas partículas de color oscuro: son los restos de materia orgánica que venían mezcladas con la arena.

En las diferentes tongadas puede apreciarse el involuntario cambio de tonalidad, resultado de la heterogeneidad de la composición de la tierra utilizada.

Visita de febrero de 2014 (izq.) y de diciembre de 2015 (der.)
En febrero de 2014 se realizó una primera visita donde se observaron los primeros signos de erosión en la parte inferior, lugar de la tapia sin revoque calicostrado. La parte con el revoque incluido se distinguía por mostrar un color más claro y una textura más homogénea. En diciembre de 2015, en una segunda visita, podía observarse claramente el avance de la erosión en la parte sin revoque mientras que el sector superior, revocado, se mostraba sin deterioro, resistiendo perfectamente las condiciones climáticas exteriores. 

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