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martes, 18 de mayo de 2021

Charla con Walter

 


Estamos muy agradecidos por la gran charla que tuvimos a principios de mayo con Walter Ogando, del programa “Somos el campo”, de Radio Viamonte (FM 88.1), para el partido de Los Toldos, en el norte de la provincia de Buenos Aires.


Se interesaron por la tierra como material de construcción, pudimos charlar de sus propiedades, de su historia, de las técnicas, de la orientación y del clima y de las actividades del gCT. La pasamos muy bien. Les agradecemos el espacio y cuando quieran, volvemos a charlar.


Les dejamos este enlace para quien quiera escuchar la charla de 20 minutos con Walter.

martes, 7 de julio de 2020

Mal de Chagas y tierra


La tierra como material de construcción carga con varios prejuicios, suponemos, desde el auge de los materiales industrializados. Lo cierto es que para muchos de los ocasionales interlocutores que se materializan desde desconocidas dimensiones y que aparecen firmes en esas tertulias repentinas que surgen alguna vez y que nos llevan a compartir bellos e inolvidables momentos con esos seres que no volveremos a ver nunca más, al escuchar hablar de la tierra cruda susurran, casi siempre, la palabra “rancho”, congelando, casi al mismo tiempo, la mirada como si hubieran visto pasar al demonio.

El rancho es el recuerdo terrible, aún vivo, de nuestro pasado rural e insalubre. Vive, sí, todavía. Subsiste en esos rincones donde la modernidad no ha llegado más que para explotar la naturaleza. Y así es como el rancho, casi siempre hecho de tierra -o de “adobe”, como gustan decir muchos, pensando que adobe y tierra es lo mismo- queda ligado a la pobreza, a lo precario y a la enfermedad. Y hablar de enfermedad y pobreza en un país como Argentina es hablar del Mal de Chagas, una infección con la que el ser humano convive desde hace milenios en esta parte del mundo. ¿Qué otra cosa más podían compartir los países de la América Latina además de su ibérico pasado colonial? Una enfermedad como el Chagas. Desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de la provincia de Córdoba, en Argentina, existen unos insectos, los triatóminos, que viven de chuparle la sangre a aves y a mamíferos. Y cuando entraron en contacto con los seres humanos se encontraron muy a gusto en sus viviendas imperfectas. Durante el día, se ocultan entre las ramas, hojas o en cualquier oquedad que les de abrigo porque es de noche cuando salen a alimentarse, cuando los demás duermen.

Y con esta historia terrible de silencioso vampirismo en miniatura es con la que muchos asocian a la tierra, porque los ranchos infestados de vinchucas están hechos de tierra (de adobe, dicen algunos) y entonces es porque los ranchos están hechos de ese material, y no de otro, que el Chagas prolifera y la gente se enferma. Entonces demuelen los ranchos y levantan viviendas de ladrillo, cemento y hormigón y la gente sigue muriendo de Chagas a pesar de ello. Entonces, ¿tiene que ver la tierra? ¿Es por el adobe que sigue habiendo vinchucas? No. La respuesta a esto es muy larga, hay mucha gente que ha trabajado harto para investigarlo, pero nosotros intentamos explicar que la tierra como material de construcción no es un imán de vinchucas e hicimos este corto video que esperamos puedan disfrutar y les de ánimos para seguir investigando y sabiendo un poco más que esos ocasionales interlocutores que se materializan desde desconocidas dimensiones en esas repentinas tertulias y que nos motivan, por ejemplo, a escribir un texto como este.

miércoles, 4 de marzo de 2020

Antiguos adobes

Adobes de aproximadamente 40x20x10 cm hechos con molde de madera.

Fuera del ámbito especializado la palabra "adobe" suele utilizarse para designar a cualquier construcción hecha con tierra, indistintamente de la técnica empleada. Vale la pena aclarar que un adobe es un bloque de tierra cruda secado al Sol y que, según la Real Academia Española, se trata de una palabra de origen árabe.
Del ár. hisp. aṭṭúb, este del ár. clás. ṭūb, y este del egipcio ḏbt.
1. m. Masa de barro mezclado a veces con paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al aire, que se emplea en la construcción de paredes o muros.
El adobe es, posiblemente, el elemento constructivo más antiguo. Así parecen decirlo la cantidad de sitios arqueológicos donde es posible encontrar adobes moldeados hace miles de años. El adobe no es más que una masa de barro endurecido. No sería absurdo pensar que los primeros adobes se hicieron sin molde, tomando la masa de tierra en estado plástico para darle una forma determinada con las manos. El molde aparecería mucho después, con las grandes civilizaciones como la del Antiguo Egipto, donde el uso del molde se encuentra documentado en sus murales. En América es posible encontrar adobes en las ruinas de la ciudadela de Chan Chan, la capital del reino Chimú, en lo que actualmente es Perú. Luego de la llegada de los españoles, otras culturas americanas que también construían con tierra cruda adoptaron el uso del molde para producir bloques.

Fabricación de adobes en el Antiguo Egipto, según consta en la tumba de Rejmira, reinado de Tutmosis III, hace 3.500 años.

Por esto resulta interesante el reciente hallazgo de adobes de forma cónica en las ruinas de Sechín, también en Perú. Sechín se encuentra en el centro de la costa peruana, en el departamento de Áncash, justo al norte de Lima. Los descubridores de este sitio arqueológico sostienen que Chan Chan es previo a la cultura Chavín y, por lo tanto, preincaico. Los adobes cónicos descubiertos tendrían una edad de 4.000 años y en sus lados pueden observarse las marcas de los dedos de quienes los moldearon. Para tener una idea de la escala temporal, estos adobes de Sechín serían contemporáneos de los adobes de Mari, ciudad mesopotámica en lo que actualmente es el oeste de Siria. Se estima que los adobes encontrados en Mari datarían de hace 3.900 años. Sechín es, también, anterior al templo funerario de Ramsés II, en Tebas, que tendría alrededor de 3.200 años de antigüedad.

Los adobes cónicos hallados en Sechín, de 4.000 años de antigüedad.

El hallazgo de los adobes de Sechín es un gran aporte a la historia de la construcción con tierra. Pero los adobes con esta forma no son sólo parte de la historia sino que siguen produciéndose en la actualidad en lugares como el norte de Nigeria, donde los Hausa fabrican bloques de tierra cruda cónicos, conocidos como "tubali", para levantar sus construcciones. "Tubali" guarda una correspondencia fonética con la palabra árabe "al-tub" o "attub", pero en cuanto a la forma se encuentra más próximo a los adobes cónicos de Sechín, unos de los adobes más antiguos del mundo.

Los "tubali" elaborados por los Hausa en el norte de Nigeria.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Debate serio


Luján de Cuyo (33º01'S 68º52'O) se ubica al sur de la ciudad de Mendoza, Argentina, en una zona de muy elevado riesgo sísmico. A principios de septiembre resultó ser el epicentro de un nuevo terremoto, pero esta vez originado por la presentación de un proyecto de reglamentación para las construcciones de tierra cruda.

Las objeciones a esta reglamentación partieron desde sectores poco informados acerca de la cantidad de ensayos y estudios que se han realizado referidos a este tema en otras partes del mundo. Gernot Minke publicó su libro "Manual de construcción para viviendas antisísmicas de tierra" por primera vez en el año 2001. En este manual, no sólo vuelca cantidad de recomendaciones para estabilizar por forma o por masa, sino que también muestra los resultados de los ensayos realizados con modelos a escala.

Modelos ensayados por Minke

Pero no hace falta ir hasta Alemania en busca de antecedentes. Por aquí cerca, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento de Perú editó también un "Manual de adobe sismorresistente". En Sudamérica, peruanos y chilenos llevan la delantera en cuanto a reglamentaciones, normas, estudios y ensayos mientras que en Argentina todavía se libra una dura batalla por legalizar y formalizar la construcción con tierra aún en zonas de bajo riesgo sísmico.

A raíz de esta polémica, el aporte esclarecedor se dio a través de esta nota publicada en el Diario de Luján de Cuyo por el arq. Jorge Tomasi, quien afirma que Argentina, en cuanto a la construcción con tierra, todavía está aguardando tener un debate serio.

lunes, 6 de agosto de 2018

Adobes en Cerdeña


Se trata de un video de 1951 donde se muestra a los habitantes de  Campidano di Oristano, al oeste de Cerdeña, fabricando adobes y tejas sardas con la tierra del lugar. La arcilla se extrae de zonas bajas, luego se la amasa y mezcla con paja y finalmente se la moldea. Este es el mismo proceso que se sigue, prácticamente sin variaciones, en todos los lugares donde se fabrican adobes.

viernes, 16 de febrero de 2018

Adobe en La Calera

La Calera, enero de 2018. Al fondo, la capilla vieja. Al frente, los restos del perchel (o depósito)
La Calera es una localidad ubicada a 10 Km al noroeste de la ciudad de Córdoba, Argentina. Debe su nombre a la explotación de piedra caliza que le dio origen. Con esa piedra se levantaron numerosas construcciones de la naciente capital serrana.

Aunque se registran actividades desde 1589, no es hasta 1613 que aparecen asentados en los libros de la Compañía de Jesús la provisión de cal para las obras del Colegio Mayor. Se desconoce la fecha exacta de la construcción de la capilla pero se sabe que ya estaba en funciones en el año 1727, puesto que fue enterrado en su predio el padre Salvatierra, evangelizador de la zona.

La Capilla del Rosario de La Calera fue reconstruida en la década de 1970, quedando intactas y sin mantenimiento las habitaciones y el perchel. Gracias a esto, pueden observarse los muros de adobe levantados sobre un zócalo de piedra y ladrillo. El barro para fabricar estos adobes fue extraído del río Suquía, a escasos metros del predio.

A la derecha, la capilla reconstruida. A la izquierda, las habitaciones en su estado actual.
Llama la atención el uso de la tierra cruda en una zona donde abunda la piedra. Pero llama la atención mucho más que los muros desnudos de adobe sigan en pie a pesar del escaso mantenimiento. Se trata de adobes de más de 300 años.

Fuentes:

miércoles, 24 de enero de 2018

Tierra y cemento

Foto: Laurent Coquemont
Esta vivienda de tierra en la campiña francesa data del siglo XVIII o XIX y fue revocada con cemento. Laurent Coquemont comenta que la casa tenía problemas en el drenaje periférico, haciendo que el agua se acumule en los cimientos y que la humedad ascienda por capilaridad.

El revoque cementicio tapa los poros del muro de tierra, que regula naturalmente el porcentaje de humedad en su interior. Al no estar en contacto con el aire, el muro no se seca. Con el tiempo, la humedad se acumula en el muro y ablanda sus bases, haciendo que el muro se deslice mientras se le realizaba mantenimiento. Por fortuna, no hubo que lamentar heridos. Imaginen esta combinación inapropiada de materiales en una zona sísmica. Podría resultar fatal.


Foto: Laurent Coquemont
Las partículas de arcilla tienen la capacidad de retener o de liberar humedad. Esta es una de las razones por las que una vivienda construida con tierra es más confortable, puesto que ni el ladrillo cocido ni el cemento se comportan de esta manera. Una vivienda existente construida en tierra debe ser reacondicionada con morteros de tierra cruda también, no con cemento, ya que así se le permite "respirar" al muro, es decir, regular la cantidad de humedad para mantener la salud propia y de los habitantes.


viernes, 29 de diciembre de 2017

El paisaje cultural


Este video de 26 minutos exhibe algunos fragmentos de la serie "Patrimonio y Nación Latinoamericana" y realiza un recorrido desde Pachacamac y Puruchuco, en Perú, hasta el norte argentino. El arq. Alberto Petrina y el ing. Rafael Toledo nos hablan de los espacios, la geometría y la tecnología de la tierra misma cuando se vuelve arquitectura.

martes, 31 de octubre de 2017

Adobes en Burbáguena


Pepe Rodrigo es un adobero de Burbáguena, al sur de Aragón, cerca de Castilla-La Mancha, España. En este video de 2011 cuenta cómo fue evolucionando su oficio, que heredó de su padre. El cambio fundamental se dio a partir de la década del ´60, cuando la gente empezó a volcarse al ladrillo cocido.

Cuenta don Rodrigo que utiliza una mezcla de paja y tierra arcillosa. Una buena tierra para la mezcla lleva un tercio de grava, un tercio de arcilla y otro tercio de arena y limo. "Luego la paja ya la pongo un poco a mi gusto", cuenta. Vuelca la mezcla con la pala en el centro del molde y la acomoda con la cuchara. En su zona, el adobe se seca en tres días: dos días para que se seque de plano y un día para que se seque de canto.

Agradecemos al Centro de Estudios del Jiloca por este trabajo.

jueves, 30 de junio de 2016

Cabina bioclimática

Luego de dictar varios talleres sobre reconocimiento de suelos en una ecoaldea ubicada en una zona semirrural de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, comenzó a gestarse la idea de materializar una vivienda mínima. Esta nueva vivienda ocuparía un sector más alejado del acceso al predio de casi 2 ha, lugar donde se concentran las cuatro construcciones de tierra cruda ya existentes y a las cuales complementaría.

Uno de los primeros bosquejos: planta y corte.
Las primeras ideas giraron siempre alrededor de formas circulares u ovaladas. El acceso quedaría enfrentado al norte mientras que el techo verde tendría una pendiente hacia el sur, protegiendo la superficie de los muros de la orientación menos favorable. De esta manera, se maximizaba la ganancia solar diurna y se disminuían las pérdidas en época invernal. Las reducidas dimensiones de la vivienda también favorecían un rápido acondicionamiento del interior. Aberturas enfrentadas permitían la ventilación cruzada, atenuando el efecto de las altas temperaturas estivales.